El otro día en un café de San Pedro Sula mientras esperaba a la dueña de todos mis suspiros acompañado de buenos amigos salió al ruedo el ya tan mencionado tema de Mel y su cuarta urna. Uno de esos amigos (aunque entrañable totalmente contrario a mis ideas políticas) defendía a capa y espada los gobiernos cachurecos por haber favorecido a la inversión privada, Decía que eso era lo mejor que un gobierno podía hacer por una nación favorecer a los empresarios. Afortunadamente mi dulcinea apareció en el horizonte iluminandolo todo y deje de escuchar los gritos del apasionado defensor del capital.
Pero lejos de olvidar la conversación este tema me ha venido dando vueltas en la cabeza desde ese día hasta hoy que me decido a escribir estas lineas. Bueno desnudemos a esos famosos e ilustres empresarios e inversores privados que tanto defienden el "orden" que hay en el país. Primero se nos ha dicho hasta el cansancio que los empresarios hondureños ponen en riesgo sus capitales para poner empresas y producir para el país y para que usted querido lector tenga su chambita, pues no es cierto, la mayoría de las empresas de Honduras estan fundadas sobre la base de capitales del gobierno obtenidos por trafico de influencias, sobornos, tranzas y triquiñuelas de la turcada. En segundo lugar se nos ha hecho creer que estos señores son emprendedores, visionarios que merecen premios y trofeos cuando en realidan son mercachifles que sólo saben comprar barato y vender caro, para muestra un boton: cuando el gobierno aumentó el salario mínimo en lugar de buscar soluciones estratégicas como cualquier empresario que se respete haría optaron por lo más fácil, despedir empleados(en esto si son maestros)
En tercer lugar estos señores han invertido sus dineros en campañas políticas y ahora son alcaldes, regidores y diputados; da pena verlos en los medios de comunnicación implorando casi de rodillas por billete, llorando para que finanzas suelte prenda y les de lo que necesitan para poder trabajar. No digo que el dinero no sea necesario pero si son tan pijudos como dijeron en campaña, no habrían encontrado ya una solución a los problemas que azotan a sus comunidades.
Estos mismo "empresarios" que nos dijeron que son la fuerza que mantiene al país son los que fueron a pedirle donaciones al gobierno de Japón después del Micht para levantar sus empresas, y la respuesta de Japón: Los empresarios de verdad no piden donaciones piden prestamos, trabajan, pagan el prestamo y sacan ganancias. Esta es la historia del capital hondureño mendigos de saco y corbata sin ideas, sin cerebro que sólo saben comprar barato y vender caro.
Es normal que los asuste la cuarta urna, usted no se preocupe por la empresa privada(a menos que usted compre barato y venda caro) pues la empresa privada en Honduras NO EXISTE.
El inspector ladilla