La fé, el negocio de unos pocos

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Históricamente la Iglesia sea cual sea su denominación ha sido el negocio redondo de unos pocos, empobreciendo el bolsillo, el alma y la mente de los muchos incautos que inocentemente y llenos de la esperanza de un paraíso o una vida mejor si Dios así lo quiere han caído en sus tentáculos.


Realmente la iglesia es un imperio, cruel y déspota, una dictadura, un oscuro grupo de oscuras intenciones, y todos ellos te dictan normas, leyes y modos de vivir tu vida, les molesta el libre pensador, el que investiga, el que experimenta, el que duda.


Sacerdotes, pastores, sabios, maestros, en fin toda su capacidad ejecutiva esta encaminada a volverte un autómata, a no dejarte experimentar, menos saciar tus necesidades.

Es un negocio redondo, iglesias por acá, iglesias por allá, diezmos, ofrendas, en fin, manejan capitales incalculables, ¿quién les cuenta las costillas? porqué no son intervenidas sus arcas como cualquier otra institución, no me digan que es por ser instituciones sin fines de lucro.. por favor que más lucro que vivir del inocente, de ponerle una línea entre el cielo y el infierno y cuidadito se te ocurre pisarla siquiera. Viven holgadamente, hacen sus orgías, complacen sus placeres no importa que bajos sean, ya sabemos de curas y pastores pedófilos, pero es obvio que ellos tienen todo el derecho de hacer lo que quieran pues son representantes de Dios en la tierra.


Cuidado del Estado que entre en conflicto con sus intereses, lo satanizarán, asustarán a los feligreses con miedos tan absurdos como su mitología: que los izquierdistas comen niños, que el populismo es violento, que la cuarta urna es satánica, que el socialismo del siglo 21 es el capitalismo de unos pocos.


Cardenal infernal, expliqueme cual si fuera yo un niño, bueno mejor así no pues peligroso me muestra su bastón del diablo, expliqueme este capitalismo entonces es de muchos?, porque yo no veo por ninguna parte la ventaja de este sistema, mucho menos veo la bondad de su iglesia.


Seguramente de venir algún mesías, de esos locos exquisitos que murieron crucificados, o asesinados en alguna selva, o simplemente desaparecidos, seguramente de venir algún loco de esos usted será el primero en pedir su cabeza y beber su sangre, Caifás del siglo 21.




Ladilla atómica