Si usted puede contener su asco y se da una vuelta por los medios de comunicación locales, se dará cuenta de que hay unos totalmente parcializados con los golpistas; otros que son gallo-gallina y los parcializados con el gobierno legítimo estan cerrados. También puede usted notar que se ha generado una medición de fuerzas de uno y otro bando y cada bando dice tener a la mayoría de la población. El mismo Gorileti ha dicho que el 80% de los hondureños apoyan el golpe. Asi compatriotas se esta desviando la atención del verdadero asunto aqui, nos estan metiendo en una discución estéril sobre quienes son más y estan tratando de darle la razón al que gane este combate en los medios. No se trata de ver quién tiene más afición o quién tiene la mejor barra, se trata de que se ha cometido un acto ilegal a todas luces, un golpe de estado y que no importa que miles esten a favor del golpe (cosa que dudo) seguira siendo un golpe de estado repudiable. Es un asunto que no debe ventilarse en las páginas de un periódico o en los estudios de TV haciendo encuestas por celular(gran negocio por cierto) si no en los tribunales de justicia donde se habra de castigar a los traidores que se creen dueños de este país y que no nos han dejado a mi a muchos compatriotas más emitir nuestra humilde opinión sobre cómo se debe gobernar Honduras. Se trata de decidir si en esta querida tierra vamos a permitir que se nos castigue brutalmente por pensar diferente, si vamos a permitir que un grupo de potentados mercachifles vende telas sigan teniendo el poder de quitar y poner presidentes y alcaldes a su antojo y conveniencia. En fin se trata de que regrese el orden al país y que regrese el Presidente Zelaya a terminar su gobierno, que paren los abusos y las violaciones que no salen en la tele y que tratemos se sanar las heridas no sin ver hacia atras como pretenden algunos; estan identificados los traidores, sabemos quienes son, no al borrón y cuenta nueva.
¡Castigo para los traidores!
No nos dejemos confundir, no perdamos el objetivo de la lucha.
El inspector ladilla